Ser militar no es ejercer un voluntariado ni ser activista de una ONG

AUME eleva un informe al Ministerio, sobre las condiciones de los militares y su falta de reconocimiento.

Ser militar no es ejercer un voluntariado ni ser activista de una ONG
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Lalvil-García Aldave

Los miembros de las Fuerzas Armadas están hartos de palmaditas en la espalda y del continuo enaltecimiento de sus valores, mientras se obvian las carencias, los problemas y el reconocimiento por parte de las Instituciones del Estado.

“No necesitamos de placas ni de medallas, sino atención a nuestros problemas y reconocimiento a nuestro trabajo”, dice AUME que, eleva un informe a la ministra de Defensa, Margarita Robles, sobre las condiciones de los militares y su falta de reconocimiento.

La Asociación Unificada de Militares Españoles dice que, la ciudadanía española está siendo testigo de la labor de los miembros de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el COVID-19. Para la Asociación, pocas veces se tienen referencias directas de su trabajo, como lo es en las actuaciones de la UME en incendios y otras catástrofes medioambientales o cuando se visualizan algunos aspectos de sus intervenciones en operaciones internacionales, sin olvidarnos de las vistosidades de actos protocolarios que, “de cara al público adquieren una dimensión de márquetin que enmascara la realidad del trabajo del día a día de sus hombres y mujeres, mostrando una imagen idílica que no se corresponde con su realidad”.

Las especiales condiciones de su trabajo enmarcadas en una disponibilidad permanente y en unas continuas “necesidades del servicio” los cuales no tienen una correspondencia con sus mermados derechos y escasas retribuciones, lamenta AUME, añadiendo que, “siempre ponen de manifiesto la mala organización y peor administración de los recursos tanto humanos, como materiales y presupuestarios”.

Ser militar no es ejercer un voluntariado ni ser activista de una ONG, aclara la asociación, definiendo que, “ser Militar es una profesión exigente, tecnificada, condicionada a unas exigencias de servicio público, pero siempre mal reconocida en los aspectos esenciales del trabajador: derechos, expectativas y retribuciones”.

Solo hay que ver que, esta crisis ha puesto de manifiesto la profesionalidad de los hombres y mujeres y las tristes carencias que indignan a toda la profesión, y, que gobierno tras gobierno, color tras color, siguen enquistadas sin encontrar equipos ministeriales que sean capaces de acabar con ellas y dignificar de una vez la profesión, recrimina AUME.

Con este informe la Asociación pretende mostrar, una vez más, el poco aprecio por los hombres y mujeres militares, la falta de comprensión por sus especiales condiciones de trabajo y de vida, y la irresponsabilidad de quienes tienen la capacidad de promover los cambios que mejoren sus actuales condiciones y no lo hacen.

AUME va a proponer las acciones necesarias para visibilizar el gran descontento existente en el seno de las Fuerzas Armadas y que “poco a poco van sumiendo a sus hombres y mujeres en una mayor indignidad”.

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