El lunes día 18, tendrá lugar a las siete de la tarde, con aforo libre en el Casino Militar de Ceuta, una conferencia a cargo del general de división, Miguel Ballenilla y García de Gamarra, sobre el “Teniente Coronel Valenzuela, Jefe de la Legión”.

Ballenilla, es doctor en Historia por la Universidad de Almería y en la actualidad es director de las Escuela Superior de las Fuerzas Armadas.

El alicantino, tiene de 60 años ingresó en la Academia General Militar en el 1982,obteniendo su despacho de teniente de Infantería en 1987. Ascendió al generalato en 2018 y 2020. Es de Estado mayor y master en Estudios Estratégicos y Seguridad Internacional por la Universidad de Granada.

Ha estado destinado de teniente coronel en la Bandera “Millán Astray”, X de la Legión, en Ronda y de Coronel, en el Regimiento de Cazadores de Montaña “América” 66 en Pamplona. Tras su ascenso a general de brigada fue nombrado secretario general del Mando de Adiestramiento y Doctrina en Granada (MADOC).

Ha participado en cuatro misiones internacionales en Yugoslavia, Irak, Líbano y Afganistán.

Teniente coronel Valenzuela

Había sido nombrado jefe del Tercio de Extranjeros, para sustituir al teniente coronel Millán Astray, al que, habían cesado.

En mayo de 1923, recibía de la reina Victoria, la Bandera Nacional del Tercio. La crisis en Tizzi Assa, le hizo incorporarse urgentemente.

El fuego enemigo adverso desde las lomas cortó el camino de Tauarda cortando el convoy, los Regulares de Melilla se lanzaron al asalto, siguiendo después sobre el barranco de Iguemiren.

Parecía que los regulares iban a despejar el paso de enemigos, pero la adversidad de la orografía, el intenso y certero fuego las detuvo, y tuvieron que acudir para reforzar el ataque el Tercio, que avanzaron a fuego y bayoneta, hasta ganar las posiciones, con nuevos asaltos de los Regulares.

Los beniurriaguelíes de la Cabila berebere de Beni Urriaguel (Rif), no cejan en la lucha ni abandonan el barranco. El teniente coronel Valenzuela en un arrojo de valentía al frente de una sección del Tercio que mandaba el alférez Sanz Perea, se lanzó al asalto a bayoneta, diezmaron a todos los atacantes costándole la vida.

Un barranco que limpio de enemigos, morían cuantos a él intentaban bajar y no se pudo recuperar los caídos en combate hasta dos días después.

Por sus hazañas en campaña realizadas en el territorio de Melilla y en especial la del 5 de junio de 1923, al frente de sus dos banderas del Tercio, a los gritos de viva España y la Legión desalojó al enemigo, siendo recompensado con la Medalla Militar Individual.