Como es posible que tanto decreto para preservar las medidas preventivas y no se caiga en lo más básico.

Normalmente hemos apreciado esta mañana del jueves en el mercado central, una gran afluencia de personas mayores, las cuales son de riesgo y las que debemos cuidar.

Pues bien, cual es nuestra sorpresa que por azares del destino dejamos nuestro vehículo en el parque de la Gran Vía y al no poder salir por la puerta que da a la plaza de la Constitución, la cual estaba abrazada por una cadena y su candado, nos condujo entrar al mercado por la parte baja. Al intentar tomar las escaleras mecánicas, esta no funcionaba, y según dicen el tiempo que llevan haciendo labores de escaleras normales. Pues la solución pasaba por coger el ascensor donde nos empetamos cuatro personas, dos de ellas mayores. No voy a entrar en detalles de por qué no esperamos al siguiente viaje puesto que ya os lo imagináis. Abajo también hay comercios, por si alguno piensa que por ahí no se entra o no se baja al sotano.

Lo que intentamos decir es que, la escalera mecánica esta al aire libre y se puede mantener la distancia social, lo contrario del ascensor que es una caja de cerillas. Estas “tonterías”, son la mecha de la cadena de contagios. Aparte de que esta ahí para usarla como lo que es, una escalera mecánica.