El encuentro del pasado domingo entre el Xerez CD y la AD Ceuta, disputado en el Complejo Deportivo de La Granja fue más que polémico.

Actuación arbitral aparte, los inaceptables insultos racistas dirigidos hacia varios jugadores del conjunto caballa, por parte de un sector de la afición jerezana, fueron los desagradables protagonistas, donde esta lacra volvió a hacer acto de presencia en un campo de fútbol.

Aunque el foco de todas las miradas se ha puesto sobre los insultos que recibió Chakir, otros jugadores como el lateral Benji, fue víctima del acoso verbal de ese sector de la afición, por llamarlo de alguna manera.

Benji, nacido en Las Palmas de Gran Canaria, pero de origen dominicano (sus padres son de allí) tuvo que soportar desde el comienzo de la segunda mitad, hasta que el colegiado decidió suspender el partido durante quince minutos aproximadamente, continuos insultos como “negro cabrón” o “negro de mierda”.

El colegiado no lo dudó ni un instante puesto que veinte minutos antes, paró el encuentro durante un minuto para advertir al delegado de campo, que si los insultos racistas no cesaban, suspendería el encuentro.

Lafuente Sánchez mandaba a los jugadores a vestuarios ante la cara de asombro de muchos, pero la decisión era firme.

Tras quince minutos y la aparición de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad que se repartieron por toda la zona conflictiva, se reanudó el partido sin más incidentes.

Este tipo de insulto racista no es casual, ya que se producen prácticamente todos los fines de semana y en cientos de campos, en cualquier categoría y a nivel internacional.

Jugadores como Samuel Eto’o en un Real Zaragoza-FC Barcelona o Mario Ballotelli en infinidad de ocasiones han sido víctimas continuas de este insulto o incluso recientemente el jugador del Athletic Club de Bilbao, Iñaki Williams al que se dirigieron en el RCDE Stadium, en el encuentro ante el RCD Espanyol, con el sonido del mono.

Luego están los típicos insultos acordándose de la familia de los jugadores, todo un clásico, o por ejemplo el sufrido este pasado domingo por Sergio Ramos en el Estadio de El Sadar de Pamplona, donde en el encuentro entre Club Atlético Osasuna y Real Madrid la afición gritó continuamente “Ramos muérete”.

Esto ha sido uno de los temas tratados en la pasada noche en el programa radiofónico de la Cadena Ser “El Larguero”, donde han analizado la gravedad de este tema y se han hecho eco de lo sucedido en “La Granja” con los insultos racistas hacia jugadores del conjunto caballa y las consecuencias.

Manu Carreño, que dirige el programa deportivo, habló con el jugador caballa Chakir, quien le comentaba lo vivido en el terreno de juego, asegurando que no es la primera vez, sino que esto es algo habitual en los desplazamientos del Ceuta.

Preguntado por cómo le afectan estos hechos, Chakir le confesaba que siempre que se han producido ha llegado bastante afectado a casa y que en muchas ocasiones ha pensado en dejar el fútbol para que no le salpique a su familia.

En la entrevista, también intervinieron dos colegiados. Uno el protagonista del encuentro Lafuente Sánchez que confirmaba los hechos relatados por Chakir y explicaba cómo vivió la situación.

El colegiado del encuentro explicaba que Chakir le comunicó los insultos que estaba sufriendo en la primera mitad pero que él no los había escuchado, por lo que no podía intervenir, pero sí que advirtió al delegado de campo en el descanso para que estuviera atento.

También comentaba a Manu Carreño que en el minuto 50 es cuando uno de sus auxiliares le informa de que se están produciendo insultos racistas hacia el jugador visitante de su posición, cada vez que saca de banda, parando el encuentro durante un minuto para advertir al delegado de campo que o paran o suspende el encuentro, cosa que ocurrió en el minuto 75.

El colegiado de Primera División Iturralde González, también intervenía en el programa, dando la enhorabuena al colegiado por como actuó ante tal situación y se dirigió a Chakir diciéndole “siéntete orgulloso de lo que eres y sigue haciendo lo que te gusta, lo que amas, que es jugar al fútbol, entre todos acabaremos con esta mierda”, palabras que el jugador caballa agradeció.

Todos estos hechos, suelen salir gratis a los autores, muchas veces porque no son identificados y otras muchas porque los clubes, sobre todo los de inferior categoría, no quieren ningún tipo de problemas.

¿Las soluciones? Suelen ser multas de risa o en algunos casos cierre parcial del campo, y la pregunta es ¿De qué sirve todo esto, si domingo tras domingo se siguen produciendo estos actos de racismo?

¡Más mano dura! Si existen cámaras capaces de ver que hay fuera de juego por una uña del pie, podría haber cámaras que cubran todo el recinto y se pueda identificar a los autores de los insultos, y para ellos…, !Pena de cárcel! Porque la integridad física de una persona no tiene precio.

Si estoy te lo dicen en un campo de fútbol, desde una grada a decenas de metros… ¿qué pasará en la calle?

¡NO AL RACISMO! ¡NO A INSULTOS QUE DESEEN LA MUERTE! ¡NO A LA VIOLENCIA VERBAL!