Este sábado pasado sobre las cinco de la tarde, observamos en primera línea un altercado ocurrido en la playa de el Chorrillo, donde tuvo que intervenir la Policía Local.

Según comentarios, todo se debe a que un hombre se presuntamente se encontraba haciendo fotos a "niñas y mujeres" con su teléfono móvil, que al parecer se deshizo del aparato tirándolo al agua, el cual dicen que fue recuperado por otro bañista.

Mientras la policía tomaba declaraciones a una pareja, que “se debieron de percatar de los hechos”, a pocos metros se armó un revoloteo frente de una caseta familiar, colocada a unos metros del “chiringuito” de la playa, bajo el puente del foso, salió este hombre acompañado por dos policías y sangrando por la cabeza, exactamente entre el lóbulo frontal y parietal izquierdo. Hechos que, -a nuestro entender- ocurrieron después de tomarle datos a pie del ascensor la Policía Local, la cual estuvo recopilando información por la zona.

Los policías dejaron a este hombre a la altura del ascensor, el cual continuó acompañado por una persona perteneciente a salvamento al puesto de socorro de la playa. También, comentar que una pareja de la Guardia Civil acudió en apoyo, pero la denuncia la tramitara la Policía Local.