Esta tarde, ¡vamos!, hace un rato se me arrima un menda y me pide pasta para lo de siempre y me pilla con los cables cruzados, y le digo que, “no” (cosa rara porque soy muy blando para estos).

El caso es que lo llamo y le digo, un asiático (café con Licor 43) te invito y me dice, ¡con mucho gusto!

El camarero no se fía, porque se lo pide el mismo y yo se lo confirmo. Se lo iba a tomar solo en la barra y lo llamo para que se siente conmigo. Viene y le empiezo a preguntar, porque me gustan mucho las historias de perdedores y como me esperaba hay para una novela.

Se llama José es de Alcázar de San Juan y tiene 56 años (9 menos que yo) y dos hijos, la pandemia le pillo aquí en Cartagena y aquí se quedó con su compañera que está ingresada en el hospital por temas que “podemos imaginar”.

Él vive de okupa en una casa del barrio universitario con dos prostitutas del puerto que lo tienen a pico de rollo (supongo que hasta lo visten). Fue legionario del Tercio Gran Capitán y lo pillaron dando un palo en Marruecos y lo enchironaron en un castillo militar (prisión militar) y luego de salir del talego a la calle por toxicómano le quedo una paga de 400 y pico de euros para sobrevivir.

En fin, a pesar de todo, lo de haber sido legionario me ha llegado y hasta me he divertido un rato con sus aventuras.

Y nada más, en el mundo tenemos que haber de todo para que se mantenga el equilibrio.

Buenas noches y buena suerte.