Calma y responsabilidad, España se la juega

SanchezeIglesiasselajuega
LHD

Estamos a punto de estrenar Gobierno de Coalición (Große Koalition) con la esperanza de que ambos dos protagonistas tengan una idea clara y proporcional a su tamaño, experiencia y posibilidades. Los auténticos líderes necesitan química de país, más que química personal. España necesita un gobierno ya, este jueves. De lo contrario las tres derechas afilarían los cuchillos para buscar su única oportunidad.

Hasta donde supimos, en una noche de infarto, la discrepancia está en uno o dos ministerios de enjundia...Todavía hay esperanzas. De una forma u otra, los españoles pagarán muy caros los ajustes de este nuevo gobierno progresista de coalición, si es que llega a formarse este 25 de julio, pero más caro pagarían si no lo hubiera. Y ni hablar de repetir las elecciones. Ya fueron y ya sabemos quién ha ganado, el partido socialista. Unidas Podemos ha echado un órdago, pide una vicepresidencia, con nombre y apellidos para Irene Montero y cinco ministerios: Trabajo, Igualdad, Medioambiente, Justicia Fiscal (debe de ser Hacienda) y Ciencia. El PSOE les ofrece, la vicepresidencia, con nombre y apellidos, y tres ministerios: Vivienda, Igualdad, Sanidad. No están tan lejos las posiciones, todavía puede haber confluencia.

El escaso ejercicio de cortesía parlamentaria que estos días hemos vivido en el Congreso, existió gracias a las oratorias del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al cántabro, José María Mazón, el valenciano, Joan Baldoví, al vasco, Aitor Esteban, a la asturiana, Adriana Lastra, o al andaluz Alberto Garzón, entre otros portavoces de los grupos más minoritarios. Pero quien realmente llamó la atención fue el converso, catalán, Gabriel Rufián. Un bálsamo constructivo para la ocasión, nada menos que la investidura como presidente del ganador de las elecciones 26M y la única alternativa posible. Se pongan como se pongan.

Los tres políticos, de última generación entre los 37 y los 39 años, que venían a “regenerar la democracia” necesitan aún mucho aceite para engrasar con estilo y finura su discurso de bronca oratoria. La delirante palabrería de Albert Rivera, el negacionismo vacuo de Pablo Casado, y la atrevida bronca perpetua de Pablo Iglesias, muy por encima de sus posibilidades, no son ejemplos como para enorgullecerse en una democracia, la española, que supone la cuarta potencia de Europa y la número trece del mundo.

Calma señorías. Calma españoles, votantes contribuyentes, ciudadanos, sufridos pacientes. Calma chicha mediática, no sigan atizando por doquier. Esto va en serio. Se está negociando nuestro futuro de los próximos cuatro años. Nos jugamos avanzar, como venimos haciendo junto a Unidas Podemos y el gobierno socialista del PSOE, en estos últimos doce meses, o caer estúpidamente y por orgullo, en los brazos de las tres derechas que ahí están esperando el que sería un desliz sin retorno.

Todo se aprende en la vida, pero los contribuyentes somos los que pagamos la incompetencia o las ambiciones desmedidas. Ayer se miró mucho a otros países de nuestro entorno con cultura de gobiernos de coalición. En Alemania, por ejemplo, los gobiernos de coalición existen desde los años cincuenta del siglo pasado. No siempre les ha sido fácil ponerse de acuerdo, pero el pragmatismo alemán, siempre va por delante de los personalismos estúpidos. Primero contenidos y políticas milimétricamente desarrolladas y después personas cualificadas para los cargos.

Las últimas coaliciones, entre el CDU (conservadores) de Merkel, y el SPD(socialdemócratas) de Gabriel o anteriormente de Schulz, este último presidente del Parlamento europeo, han dado estabilidad a los gobiernos germanos de las últimas legislaturas, pero a los socialdemócratas coaligados, siempre les ha ido mal. Aviso para navegantes, incluso con partidos potentes e históricos, el que se asocia en coalición a otro más grande y con muchos más votos, siempre sale perdiendo. Merkel ha adoptado las políticas sociales del SPD y su partido conservador no hace más que crecer. Mientras el SPD va perdiendo votos de forma alarmante. Por eso, los alemanes saben que a veces se crece mas desde la oposición que desde un gobierno donde tu eres el pequeño en escaños. Se trata en todo caso, de lo que allí se llama la Große Koalition (GroKo) entre dos partidos solventes, históricos y experimentados, pero con desproporción de escaños. En todo caso, dos partidos que conforman una mayoría absoluta porque superan el cincuenta por ciento de los votos del hemiciclo (709 en el Bundestag). Una situación muy diferente a la que nos ocupa en España.

Aberración pragmática es poner una pértiga para que alguien, sea quien sea y se llame como se llame, salte de un puesto y un currículo muy humilde, al nombramiento de vicepresidente o vicepresidenta del Gobierno de una nación seria, sin que medien otros méritos de servicio público o experiencia de gobierno. Digan lo que digan. Anomalías de la democracia que los españoles tendremos que sufrir hasta que una mayoría parlamentaria modifique el artículo 99 tal como el presidente Sánchez ayer solicitó a los 350 diputados de la Cámara. Sin demérito de nadie, los mejores han de ser los nombrados. Y tener detrás un curriculum solvente, un partido solvente, con perfiles de alto nivel y experiencia, y un partido con experiencia de gobierno y más de cien años de historia, da solvencia y seguridad.

Como sorpresivamente señaló Gabriel Rufián, en el caso de PNV, PSOE y ERC, debe de ser por el respeto que les confieren sus siglas, que representan a partidos que suman más de trescientos años de historia entre los tres. También Alberto Garzón, heredero del PCE, con cien años de historia, conoce y practica la cortesía parlamentaria que nos merecemos los españoles. Incluso el PP, desde la creación de AP tras la muerte del dictador, ha tenido oradores de nivel, ironía y respeto, Rajoy, Saínz de Santamaría, García Margallo, etc. El PSOE, desde la vuelta a la democracia, tras la muerte del dictador, nos ha deleitado con la fina ironía, el humor y la amplísima cultura de Guerra y Felipe González. Estos partidos, por su historia tan larga, cultivan en su seno perfiles políticos de excelencia para ser nombrados como cargos de alta dirección, o asumir carteras ministeriales.

Y aquí lo dejo. Estos días, hasta que haya fumata blanca y ambas formaciones políticas, la primera fuerza ganadora de las elecciones, PSOE, con 123 escaños, y la cuarta, Unidas Podemos, con 42, una con 140 años de historia, y muchísima experiencia de gobierno, y la otra con cinco años de historia, y nula experiencia de gobierno, se hayan puesto de acuerdo y nos presenten a su gobierno de coalición, todos deberíamos mantener un callado y respetuoso silencio. Después ya tendremos cuatro años por delante para opinar, vigilar y exigir una política justa, solidaria, rigurosa y con vistas al progreso y al futuro de España para mejorar la vida de los españoles.

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