El Centro de Estudios y Conservación de Animales Marinos (CECAM), recupera un polluelo de buitre común –no anillado- que se encontraba en las aguas de Benzu, “posiblemente por agotamiento”, dice Roberto añadiendo que, “el ave se encuentra en perfecto estado y ha sido entregado a OBIMASA ya que el CECAM no está preparado para el cuidar aves”.

Hace años en la curva del plátano había un buitre que, en su vuelo procedente de Marruecos había chocado con la cristalera del edificio en el que se vio reflejado. Las cristaleras son uno de los enemigos de estas aves. El animal estaba totalmente inerte observando posado sobre la barandilla, mientras los dos operarios de recogida de animales, lo observaban antes de introducirlo en el vehículo no se fuera a poner nervioso, pues debería de tener un metro y medio de altura, su despliegue de alas podría ser de unos tres metros, con unas garras y pico impresionante.

El viernes pasado, el CECAM salvaba a una tortuga boba de tamaño mediano, que se encontraba enredada en un copo a la deriva en la zona de la almadraba. El copo es una red donde se juntan los peces, son como un laberinto de redes para que terminen todos en el mismo sitio.

La tortuga boba (caretta caretta), es la más pequeña y abundante del mediterráneo, aunque se encuentra en todos los mares y en mar abierto como en aguas poco profundas. Tienen un instinto que vuelven a las playas donde nacieron para el desove, y una de sus preferidas es Grecia. A este quelonio, le llamamos cariñosamente boba, porque en ocasiones, cuando sube a tomar aire se queda adormilada en la superficie tomando el sol, por lo que es fácil de capturar.