El grito silencioso de la mujer vulnerable

25 de noviembre día contra la violencia a la mujer.

La violencia machista azota a todo tipo de mujeres sin distinguir clase social, religión, edad o nacionalidad. Es una lacra, que todos los años se cobra la vida de decenas de mujeres que tuvieron la mala suerte de dar con un maltratador sin saber el futuro que les esperaba.

La mayoría de las veces, las mujeres que son víctimas de esta violencia, tardan en saber que lo son, a pesar de las señales que anteceden a la culminación final del acto visible de violencia. Cuando ya lo asumen, pasan por la fase de creer que se va a experimentar un cambio, y que la situación es temporal. Al descubrir que esa violencia se ha eternizado, y se repiten continuamente las mismas escenas de maltrato, es cuando se plantean la denuncia.

En el caso de la mujer extranjera, analfabeta, con poco conocimiento de la lengua y con escasos recursos económicos, la situación de violencia de género se agrava mucho más, ya que el agresor conoce la situación de vulnerabilidad y abusa y la usa, como escudo protector para continuar agrediendo. Suele ocurrir porque, en la mayoría de los casos, ellos tienen el poder del dinero, de la palabra y de la nacionalidad, aspectos de los que ellas carecen. En muchas ocasiones no establecen vínculos legales con ellas, no se casan, para no tener ninguna responsabilidad en caso de separación o divorcio. Ellas asumen el papel de esposa, amante, criada y cuidadora, sin esperar nada más que una vida digna lejos de la pobreza y la miseria.

Estas mujeres no suelen denunciar a su pareja por miedo a encontrarse sin recursos que les permita vivir a ellas y a sus hijos. Desconocen modelos de mujeres que viven situaciones similares , desconfían de que haya alojamientos que las pueda acoger en caso de abandonar su vivienda habitual, se encuentran en paro y sin perspectiva de trabajo, y debido a su bajo nivel de español, apenas pueden expresar la situación de maltrato en la que viven. Sólo son capaces de gritar silenciosamente en la soledad de sus cuatro paredes

Trabajar con este colectivo la violencia de género es de gran importancia para sacarlas del abismo en que se encuentran. Digmun organiza todos los años diversas actividades durante la semana del 25 de noviembre, cuyo objetivo es sacar a la luz los posibles casos de violencia que puedan sufrir algunas de ellas. La formación en materia de igualdad para empoderarlas y ayudarles a visibilizar actitudes machistas y violentas, les ayuda a prevenir cualquier tipo de violencia y salir del peligro de convertirse en una posible víctima más.

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