Ceuta sin ser Castillejos es “casi Castillejos”

Lo ocurrido este fin de semana pasado en Castillejos, a unos pocos kilómetros de nuestra ciudad, pero a años luz de una ciudad europea, no puede entenderse sin las actuales condiciones de pandemia, donde súbditos marroquís pedían la reapertura de la frontera de forma violenta al grito de, “¡Abrid la frontera!”.

Todavía algunos españoles, entre ellos algún partido político ve el futuro de Ceuta en la reapertura de la frontera de El Tarajal para mantener una economía basada en un comercio atípico por un lado y de un contrabando consentido por otro. Los marroquís deben entender que no es decisión de España, esto es problema de Marruecos con sus súbditos y su reconversión.

Este artículo de opinión, sobre lo que el Reino de Marruecos tiene pensado para sus fronteras, está basado en la información que proporcionaba a la televisión pública de Melilla la periodista Sonia Moreno en un artículo publicado en un medio digital el 14 de febrero del año pasado titulado: “Las nuevas fronteras, Ceuta y Melilla”.

La periodista dejaba claro la negociación que impone el reino alauita a España, proponiendo Marruecos cómo quiere que sean esas frontera. Fronteras para ambas ciudades autónomas alegando sobre ellas temas de seguridad. Por lo cual, no habrá porteo y ni "aduana". Los españoles no residentes no podrán pasar a Marruecos, lo tendrán que hacer por los puertos de Tánger, Alhucemas o Nador Med, por lo que las fronteras de El Tarajal y Beni Ensar, van a convertirse en un paso vecinal solamente para residentes ceutíes y melillenses. Las personas desde Marruecos no van entrar a la península a través de estas fronteras, -como se hacía con la OPE- será por los puertos citados. Lo que si se va a intentar es una colaboración entre España y Marruecos, si acaso se le puede llamar así, pero solamente en materia turística, en el resto es nada. Sonia Moreno sigue exponiendo que, Marruecos ya ha llegado a un acuerdo turístico con Inglaterra para el atraque de transatlánticos. También tiene su proyecto para los puertos de Ben Ensar y Nador Med, al margen de la cubicación para los exporteadores del Barrio Chino, pero no así para El Tarajal II.

Esto es lo que pretende Marruecos de forma unilateral pero la COVID no le está permitiendo implementar estas acciones. Ya vemos cómo le va al sector servicios y al turismo. Los marroquíes de nuestro entorno que pertenecen a estos ámbitos económicos, pueden que se estén arriesgando a embarcar en pateras hasta Canarias. Los que no pueden, están pasando por unas necesidades inimaginables. Esta asfixia económica fue la que se expresó con intensidad y se expandió rápidamente por Castillejos en la pasada noche del viernes.

Para los lectores que no pertenezcan a esta zona geográfica o no estén familiarizado con ella debemos indicarles que, hasta el cierre de la frontera, Castillejos no se entendía sin Ceuta. Su población ha crecido en los últimos años gracias a la vecina Ceuta. Hasta hace bien poco unas 15.000 personas de este enclave cruzaban diariamente a Ceuta para trabajar en el servicio doméstico o en el de la construcción, los conocidos como transfronterizos, los cuales obtenían unos ingresos con los que vivir en Marruecos. Pero es que una amplia población ceutí cruzaba igualmente a diario a comprar en Castillejos, a la vez de realizar otro tipo de gestiones, al igual que los marroquíes compraban en Ceuta, de ahí la cantidad de supermercados y almacenes que hay en la ciudad. Por otro lado, en el plan comercial Ceuta nutría sus mercados con productos marroquíes y marruecos con ese porteo atípico considerado como equipaje de mano o a través del estraperlo escondido en vehículos organizados. O sea, existía un flujo económico en ciertos aspectos “consentido y sumergido” -tras pago de IPSI y dadivas- que ha desaparecido por el cierre de la frontera. Ni trabajo, ni salario, ni esperanza.

Esto implica ansiedad superlativa que ha dado lugar, incluso a suicidios y ha desembocado en los altercados del pasado viernes. La desesperación unida al temor, la necesidad, la pobreza, la desesperanza y el hartazgo han provocado unas situaciones que sin dudas se repetirán no tardando mucho. Y Ceuta no debiera dejar de analizar estos hechos e intentar obtener conclusiones pues nuestra ciudad sin ser Castillejos es “casi Castillejos”. De ahí viene la famosa asfixia económica a la que están sometidas las dos ciudades, la cual azota a la población más necesitada.

Bloggers Hermanos D’Lápiz

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