Desleales hasta morir

Pablo Casado con el consejero de Sanidad, Lamela y la presidenta Aguirre
Pablo Casado, Lamela y Esperanza Aguirre

Un virus llama a nuestras puertas y el Gobierno nos ha pedido que las cerremos a cal y canto. Nos encerremos en casa y sólo salgamos para buscar víveres y enseres de vital importancia. Resistencia y moral de victoria. Se trata de protegernos nosotros, proteger a los nuestros, a los enfermos crónicos y a las personas mayores. Se trata de no saturar la Sanidad Pública. Madrid se ha convertido en el principal foco de la pandemia. Y tenemos que hacerla frente con una Sanidad esquilmada en las anteriores legislaturas por líderes que hoy están enjuiciados por corromperse a costa de desmantelar el Servicio de Hospitales Públicos. Malaje del destino, que ha querido que el Covid-19 se haya cebado con Madrid y ya nos está saturando las UVI y sumando más de la mitad de los fallecidos nacionales de esta pandemia. Si el Gobierno y el mando único no les han dicho nada sobre su nefasta gestión que ha dejado sin camas, ni sanitarios necesarios a esta Comunidad, al menos, señora Ayuso, Casado, y compañía, tengan la decencia de callarse, arrimar el hombro, obedecer las instrucciones y ¡estar a la altura!

Moral de victoria, resistencia y comportamiento como soldados disciplinados y obedientes. Quedarnos en casa es nuestro seguro de vida. No lo hay mejor. Esa ha sido la insistencia del Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante su alocución de este sábado ante una audiencia de mas de 12 millones de españoles todos en cautiverio. Dió cuenta de las actuaciones del mando único y del Comíté Técnico de gestión, compuesto por los cuatro ministros, Salvador Illa (Sanidad) Margarita Robles (Defensa) Fernando Grande Marlaska, (Interior) Jose Luis Ábalos (Transportes). Dejó claro que cuentan con un Comité de investigadores y expertos epidemiólogos compuesto por la comunidad científica nacionl e internacional y dejó claro que el Gobierno ha comprado millones de test, epis sanitarios y material quirúrgico suficiente para abastecer las necesidades más imediatas de los servidores públicos y población contagiada.

 

Esto es una ecuación, mientras nos quedemos en casa, ganamos tiempo y ventaja al virus, se irá descongestionando la asistencia sanitaria, irá aumentando la cifra de "curados", también, es verdad que aumentará la cifra de nuevos contagiados (a más test, afluyen mas contagiados) pero consigue el objetivo, que es ralentizar la asistencia de UVI y salvar más vidas.

"Vendrán días peores" ha dicho el Presidente del Gobierno en un discurso propio de un Estadista a la altura de las circunstancias. En cuanto a los "dimes y diretes" de Ayuso, Torra, etc. El mando único ha dicho que no va a perder ni un segundo de su tiempo, "para salvar vidas".

Vendrán días peores" ha dicho el Presidente del Gobierno en un discurso propio de un estadista a la altura de las circunstancias. En cuanto a los "dimes y diretes" de Ayuso, Torra, etc. El mando único ha dicho que no van a perder ni un segundo de su tiempo, "esos son cuestiones menores ahora mismo, y estamos a lo que estamos, a salvar vidas y acabar con este virus entre todos. Costará muchos sacrificios pero entre todos lo conseguiremos".

Del desmantelamiento de la Sanidad Pública madrileña ni media palabra dijo el Presidente ni ningún miembro del Gobierno. De forma escrupulosa se dedican a pleno pulmón, sin descanso, a solucionar la crisis noche y día. Pero de este desmantelamiento nosotros si vamos a hablar aquí. Pero no solo nosotros. Están hablando los procesos en marcha y las sentencias judiciales condenatorias a dirigentes sanitarios del PP madrileño, por su actuación delictiva durante la anterior década; procesos y sentencias harto publicadas por toda la prensa reiteradamente. Y como los que vivimos en Madrid no somos tontos ni desmemoriados, recordamos las horas y horas de tv y noticas de prensa durante años. Y sobre todo recordamos a “las mareas blancas” protestando hasta la saciedad por los despidos, recortes, rebaje de salarios, precariedad de medios y equipamientos, camas, en definitiva, por estar en contra de que devastaran y privatizaran una de la Sanidad más robusta, no de España solo sino del mundo. ¿Y ahora qué?.

Es sano que los madrileños recordemos a “las mareas blancas de los Hospitales de Madrid protestando hasta la saciedad por los despidos, recortes, rebaje de salarios, precariedad de medios y equipamientos, camas, en definitiva por estar en contra de que devastaran y privatizaran la Sanidad Publica".

Es bueno que esta emergencia nos haya sobrevenido con un Gobierno socialdemócrata que cree en el bienestar social y la Sanidad Publica universal y de calidad para todos. Es bueno que se haya puesto al frente de una situación de pandemia mundial, con dos focos potentes, uno en Italia y otro en España, cuarto país más afectado del mundo. Era necesario e imprescindible que el Gobierno decretara el Estado de Alarma y la inmediata publicación en el BOE del RDL con las instrucciones de obligado cumplimiento para toda la población y también para los dirigentes políticos tanto de ámbito nacional como regional, local, etc. Y es bueno también, y muy tranquilizador que la mayoría de los dirigentes regionales, de todas las ideologías, se hayan comportado como hombres y mujeres de Estado y hayan entendio y asumido a la primera la situación de Emergencia que está viviendo nuestro país. Como lo está entendiendo la población cuyo comportamiento, desde sus casas y desde su balcones es ejemplar. Y hubiera sido bueno también, que los que desmontaron la Sanidad madrileña, esquilmaron más de tres mil camas , equipamientos y miles de sanitarios que ahora hacen falta, se hubieran puesto manos a la obra, leales al Estado a ayudar sin sembrar más ponzoña.

Estamos ante una emergencia nunca vista desde la Segunda Guerra Mundial, y aquí desde nuestra Guerra Civil y postguerra

Punto número uno, el Estado somos todos, entre todos tenemos que vencer al virus y para ello es imprescindible que actuemos unidos. No va de ganar unas elecciones que ya están ganadas. Va de conservar la vida. Se ha decretado un mando único, el Presidente del Gobierno, que escrupulosamente se ha puesto en contacto y coordinación con todos los dirigentes de las Comunidades Autónomas, pidiendo cooperación, responsabilidad, unidad y sentido de Estado. Estamos ante una emergencia nunca vista desde la Segunda Guerra Mundial, y aquí desde nuestra Guerra Civil y postguerra. No es la economía sólo lo que nos va en ello -que también- es la vida la que nos va en el acatamiento, lealtad y unidad nacional.

Bien, mientras expertos científicos, sanitarios, mandos militares y de la Policía, abastecimiento y transporte público se dejan la piel, sin criticar la situación precaria en la que esta emergencia ha encontrado a la Sanidad Pública de Madrid y a las Residencias de Mayores concertadas -que también son responsabilidad del gobierno de Madrid-, tenemos a un presidenta madrileña que como una quinceañera caprichosa rompe la lealtad y la disciplina, convirtiéndose en nada ejemplar, y casi como si estuviera pintandose las uñas, acusa a Interior y Sanidad de estar reteniendo mascarillas y material sanitario imprescindible para los hospitales madrileños. "Así que vamos a pasar de ellos y nos ponemos a fabricarlas aquí en Madrid a todo tren". Qué ridículo más espantoso ha hecho y que enanismo político ha demostrado. Tanto que tiene para callar, precisamente la funcionaria que llevaba las redes a su jefa Esperanza Aguirre.

Y si un político dice: "me quedo en casa de cuarentena a cuidar a mi familiar con un contagio..". Pues te quedas, y das ejemplo. ¿Era tan importante salir de casa para aparecer en TV cuando la tele te podría haberte grabado desde tu casa?

La misma que aparece en estas virales imágenes de RTVE española masticando chicle y encarándose con representantes de las “batas blancas que protestaban por la privatización y recortes” acompañada del bello Güemos, cuñadísimo del ejemplar Fabra de Castellón, que dejó la Consejería de Sanidad, para embarcarse en negocios de empresasas de servicios sanitarios a los hospitales a los que se había esquilmado previamente estos servicios. Sin pudor algono. Los que tenemos unas décadas de servicio informativo, es decir, periodistas, y tenemos alma y responsabilidad no podemos olvidar esto. No debemos callar. Como no podemos dejar de recordarlo cuando la presidenta madrileña actual, en lugar de "pasar de puntillas y arrimar el hombro" se perminte estas banales bajezas. Pero como dice el mando único y Presidente del Gobierno, ni un segundo en estas cosas. Estamos en lo que estamos. Salvar vidas. Vayan aprendiendo, Hernando, Casado, Igea, Ayuso, Álvarez de Toledo… ¡estén a la altura de las circunstancias!. !Aprendan de Madrid y los madrileños¡.

Y lo mismo sirve para otro político, de quien se espera ejemplaridad y que anunció hace una semana que dado que su pareja era positiva, se ponía voluntariamente en estado de cuarentena y se quedaba en su casa a cuidar de los suyos. ¿Había necesidad de que se desplazara hasta Moncloa para salir en TV?¿No hubiera sido más fácil y ejemplar ser grabado desde su casa?. Como hace el Presidente del Gobierno, que siendo totalmente imprescindible, durante estos días, no se ha movido de Moncloa, su casa, y esta envuelto en las máximas medidas de protección y distanciamiento con sus colaboradores. Desde donde realiza permanentes video conferencias con líderes regionales, expertos, dirigentes europeos, de Naciones Unidadas y de la OMS, entre otros.

Coherencia. No nos hagan recordar, con sus mandangas sobre el 8M, que el señor Casado y sus adláteres, decidieron, “motu propio” y sin que nadie se lo pidiera, enviar a sus diputadas, Pastor, Gamarra, etc, a las multitudinarias manifestaciones. Y Vox se fue a freirse 9.000 almas encerradas en Vistalegre.

Estén a la altura de las circunstancias señores de la oposición y copien de los españoles. Sean leales y obedientes. No nos hagan recordar, con sus mandangas sobre el 8M, que el señor Casado y sus adláteres, estuvieron banalizando la situación, hasta esa fecha, día Internacional de la Mujer, en la que decidieron, por primera vez en su historia “motu propio” y sin que nadie se lo pidiera, enviar a sus diputadas, Pastor, Gamarra, etc, a las multitudinarias manifestaciones. Y allá que estuvieron. Tan contentas. Ojo, ya se había suspendido el World Mobile Congress, y ellos conocían al dedillo los datos, perfectamente actualizados y al día, sobre muertos y contagiados por un incipiente coronavirus que todavía no se veía como la amenaza y que en solo 24 horas demostró serlo. Aún así, lanzaron a sus diputadas a las manifestaciones feministas -insisto, por primera vez en su vida- y los de Vox, se encerraron 9.000 militantes y dirigentes, bien apretaditos en Vistalegre, un nido de besos y abrazos.

Y sobre todo confianza. Confianza en el Estado que trabaja a contrareloj y ya está interviniendo las industrias españolas y haciendo compras masivas en el exterior. El mando único repite a las CCAA que todo está en marcha. Por ejemplo, que se ha puesto en marcha la fabricación nacional de epis sanitarios y las líneas de producción de más de treinta mil mascarillas diarias, en una sóla fábrica, así como fabricación de toneladas de líquido desinfectante y sobre todo poner en marcha otra línea de producción para esos test PCR, que en solo unas horas alcanzaran la cifra de seis millones y podrán realizarse las pruebas de Covid-19 a nivel masivo. También la industria española fabricará más respiradores de forma inmediata, y mientras tanto ya pedidos cerrados a otros paises que están llegando a nuestras fronteras. De lo que se trata es de que, cuando pase esta pandemia, España esté en condiciones de hacer frente a cualquier otra emergencia de esta naturaleza.

Así que, esta es una crisis de todos, de España, de Euroa y del mundo. Y señores de la derecha sean consecuentes, dejen de cacarear que se han adoptado las medidas tarde mal y nunca. Sean leales. Aliniénse del lado de los y las españolas, tomen ejemplo de ellos y ellas. Y sobre todo miren a los países vecinos, ellos van detrás de nosotros, están tardando. Comparativamente en España les llevamos la delantera. Las críticas sin fundamento y las deslealtades no ayudan. El capítulo Torra, president de la Generalitat y sus escarceos con la BBC para desestabilizar a España, es tan impresionante y gigantescamente irresponsable para con Cataluña y los españoles catalanes, que no cabe aquí y mejor lo dejamos para otro día.

 
 

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