Migrantes trabajadoras de sexo

Wuppertal (Alemania). Serial: “Un español en Alemania” cap. nº 197

Leía el otro día en la edición suiza en español, swissinfo.ch, que el número de españoles y españolas que emigraron del país en el año 2022 fue de 54 mil personas. Para hacerse una idea de si esto es mucho o poco, y como la noticia continuaba diciendo, la media de españoles que emigraron durante la última década fue de unos 20 mil al año. O sea, que en el año 2022 emigró más del doble de lo que habitualmente emigra. Incluso respecto a los peores años, las cifras actuales doblan a aquellas de los años sesenta y setenta  pregunta inmediata es obvia: ¿Por qué?

Quizá la respuesta sea la economía y los estragos que hizo el COVID, lo cual, sumado al prolongado cierre de fabricas haga que ahora se vayan de golpe los emigrantes de dos años juntos. Quizá sea la falta de oportunidades laborales, a la que no pocos amigos me hacen referencia constantemente, diciéndome que en los últimos tiempos se ha disparado, haciendo que vivir en España sea una experiencia económica de alto riesgo. Quizá sea la falta de perspectivas para unos jóvenes preparados, pero con mínimas opciones de conseguir trabajos dignos y bien pagados. De hecho, la mayoría de los que emigran son jóvenes. Quizá sea la falta de esperanza de muchos, que gobierne la derecha, la izquierda o cualquiera, han concluido que hay países que nunca saldrán del hoyo. O quizá sea todo junto.

El caso es que España se descapitaliza del capital más importante: su gente. El turismo, la pesca, la agricultura, la ganadería ... Todos esos recursos no valen nada si el país no tiene gente formada. Y, sea cual sea el motivo, la gente se está yendo. Yo, como español que tras vivir casi una década en Alemania la considero mi segunda patria, puesto que pase hambre, me trató como una madrastra mala, pero soy consciente de que es mi patria natal y necesita gente, porque de España no es que se vayan, nos echan a patadas, es que no nacen, me alegro egoístamente, porque sé que la mayoría de esos emigrantes vienen aquí a Alemania. Me pasé años diciéndoles a todos los Españoles que me quisieron oír: váyanse a Alemania, no tenemos niños, necesitamos gente joven y con ganas de trabajar, emigren, por favor, un país que no da oportunidades, es un país a la deriva.

Pero si fuera residente en España , me preocuparía seriamente. Si una gran parte de su juventud, la que ha estudiado, se ha preparado y tiene empuje, se va del país, ¿quién queda en el país?, ¿quién hará que España mejore? Entender el fenómeno de la emigración y darle soluciones haciendo que los españoles se queden en su país debe ser una prioridad para el nefasto Gobierno español, también como persona me preocupa que todo el que emigra no es médico, ingeniero aeronáutico, siempre digo se habla de nosotros los migrantes sin nosotros.

Por qué las mujeres migrantes se vuelven trabajadoras del sexo

La mayoría de las mujeres que venden sexo preferirían tener un trabajo que les pagasen bien y que les conceda dignidad y respeto.

Muchas personas creen que las mujeres deciden ser trabajadoras de sexo por ser inmorales o demasiado flojas para buscar otro trabajo. Pero la mayoría de las mujeres lo hacen porque necesitan dinero y no tienen ninguna otra forma de ganarlo. Estas mujeres necesitan dinero para comprar comida y pagar por un lugar donde vivir, para mantener a sus hijos y a sus familias, para pagar deudas.

La necesidad extrema de una mujer muchas veces surge en situaciones que ella no puede controlar: por ejemplo, su esposo muere o ella se divorcia, o su esposo o su familia la abandonan. O puede que ella sea víctima de violencia de género o tenga un embarazo que no había planeado y descubra que nadie quiere casarse con ella. Si ella no tiene algún oficio u otra manera de ganar dinero, vende la única cosa que tiene—su cuerpo—para poder sobrevir.

Sexo servicio: mal pagado y sin protección en Alemania
La pandemia de Covid redujo los ingresos de los profesionales del sexo en Alemania. hoy la actividad registra una recuperación, sin embargo permanece el riesgo de contagios que pueden ser mortales.

La actividad del sector servicio del sexo en Alemania, legalizado desde hace muchos años, después de la crisis provocada por la COVID-19 que bajó los servicios sexuales hasta los 50 euros por servicio, se recupera hoy a la vuelta de casi 3 años y ganar desde 200 euros al día es la gloria para quienes la ejercen la profesión.
Sin embargo, el riesgo de contagio de enfermedades sexuales se mantiene latente, por la falta de un programa integral que apoye a las trabajadoras con servicios médicos eficientes y permanentes. Cada año en Alemania hay hasta 22 mil casos de enfermedades de transmisión sexual, en su mayoría vulvovaginitis, además de sífilis y herpes genital.

Hoy las chicas y uno que otro chico trabajador de servicios sexual tienen más clientela, las mujeres desde temprana hora por la zona de hoteles del centro de las ciudades Alemanas

Yasdina (nombre ficticio) española y resistente en Lüdenscheid, de 52 años, confiesa a “Un español en Alemania” que vender su cuerpo es la única opción de llevar un ingreso a casa, para que sus tres hijos puedan vivir dignamente. Atender a diferentes hombres por la mañana, una tarde o noche “ya estoy acostumbrada, es un trabajo más, hay demanda y uno recibe un pago”.
La práctica del sexo servicio “barato” -así lo llamó- tiene sus riesgos porque “a nosotras nos persiguen las autoridades de Salud (gesundheitsamt ) en Alemania, nos tienen en un listado y tenemos que hacernos estudios cada semana para que nos den la boleta y poder trabajar en país germano, no tenemos el nivel de las que se venden por redes, por catálogos y que cobran un dineral”. Por 200 o 300 euros por hora, ella ofrece al cliente casi de todo, lo único que condiciona es “no golpes”. “Ya no tengo edad ni cuerpo para el OnlyFans”, admite sonriente.

Práctica de riesgo, no hay un control real

Debido a que no hay un padrón confiable de sexo, servidoras en Alemania corre un alto riesgo de estas enfermedades, reconoció el doctor del hospital de Wermelskirchen Juli Henning. En años anteriores se hablaba de hasta dos mil sexoservidores en revisión, este 2023 apenas encontraron información de unas mil que acuden a la revisión en las diversas zonas de Renania del Norte-Westfalia.

El doctor aseguró que tanto mujeres y hombres dedicados al sexo servicio reciben una atención integral. Cada dos meses son sometidos a pruebas de VIH y sífilis, que “son pruebas rápidas que también se les aplican”, además cuentan con apoyo médico en el gesundheitsamt; reciben su tratamiento cuando se enferman, “cuentan con atención integral, solo que no todas las mujeres o gente van a registrarse” por lo que hay un descontrol de enfermedades de transmisión sexual.

Las principales enfermedades

El reporte de casos de once enfermedades de transmisión sexual en Alemania indica que en 2022 se registraron 28.558, mientras que en 2021 fueron 28.386 casos. La vulvovaginitis registró 16.500 contagios en 2022, y 16.459 en 2021; la candidiasis tuvo 9.109 contagios en 2022 y 8.625 hace 2 años.

La pandemia de COVID-19 en Alemania redujo la práctica del sexo servicio, en la actualidad se busca recuperar al 100 por ciento la revisión sanitaria de unas mil 200 personas registradas en el padrón de la Secretaría de Salud hasta el 2019, con 90 por ciento de mujeres y un 10 por ciento hombres.

Hasta 2022 se había recuperado un 80 por ciento

En cada visita preventiva semanal, las usuarias reciben preservativos para prácticas seguras; cuando se les detecta una enfermedad que no se controla con un tratamiento típico, se canalizan a la Secretaría de Salud, para que las dote de su tratamiento como en los casos de VIH.

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