“No hables en mi nombre”

Ante los recientes insultos y veladas amenazas lanzadas contra Vox en forma de manifiesto, por una serie de asociaciones de la extrema izquierda local, en absoluto feministas y para nada representativas del sentir mayoritario de las mujeres. Por alusiones y ante la tergiversación y confusión intencionada que este tipo de grupos radicales pretende generar en la ciudadanía, desde Vox Ceuta queremos aclarar.

En primer lugar indicar que todos los argumentos esgrimidos en el pretendido manifiesto son falsos y que sólo buscan manipular a la opinión pública, generar crispación y confrontación entre los ciudadanos.

Que el objetivo de Vox es derogar la actual ley de violencia de género y toda norma que discrimine a un sexo de otro, para promulgar una ley de violencia intrafamiliar que proteja por igual a ancianos, hombres, mujeres y niños. No es digno de un estado de derecho que los hombres sean encerrados por la mera acusación sin pruebas, por el hecho de ser hombres. Se hace necesaria la persecución efectiva de las denuncias falsas y la protección del menor en los procesos de divorcio.

En este sentido cabe reseñar que el solo hecho de que el número de denuncias no pare de subir, evidencia que la ley de violencia de género ha fracasado en su supuesto cometido y que este aumento tan sólo beneficia a las asociaciones feministas, que han montando un entramado millonario de chiringuitos lucrativos con la connivencia del resto de partidos en toda España, empezando por Andalucía.

De igual modo es nuestra obligación constatar que como se recogen en diversos documentos oficiales del Instituto de la Mujer de la Junta de Andalucía, sólo en esa región hay unas 2.200 asociaciones y 55 federaciones feministas. Dicho Instituto, dotado con un presupuesto de 43 millones de euros, destina a salarios y gastos corrientes el 50% de su presupuesto, más un 2% de “inversiones reales”. No obstante, el total destinado a la atención directa de las víctimas es de 1.205.766 euros, es decir, un ridículo  2’8% del total. Esta cifra de la vergüenza resulta aún más escandalosa conociendo sueldos como el de la directora del Instituto de la Mujer, de 5.000 euros mensuales.

Vox defiende su posición clara y concisa frente a la ideología de género que se plasma en las leyes aprobadas en Andalucía y resto de España, gracias a C’s y PP, y que se pretenden consolidar en el acuerdo en el que se ha excluido a nuestra formación. La ideología de género no soluciona el problema sino que lo aumenta, las estadísticas y los datos objetivos lo confirman, por lo que es necesario un cambio de paradigma en el enfoque de la lucha contra la violencia mas allá́ de la criminalización de un sexo frente a otro o del quebrantamiento que se lleva a cabo por estas leyes del artículo 14 de nuestra constitución, que consagra la igualdad entre hombres y mujeres.

La preocupación de Vox por la violencia en el ámbito familiar, que va en aumento después de décadas de ideología de género fomentada por la izquierda y sus cómplices centristas, es algo prioritario, estamos hablando de vidas humanas, de mujeres y hombres, y la izquierda tapa el drama esgrimiendo prejuicios ideológicos en su beneficio.

Resulta surrealista, que la encargada de leer el manifiesto, María Miaja, sea miembro de un PSOE responsable de legislar para dejar libres en la calle a asesinos y violadores reincidentes, posicionándose en contra de los postulados de Vox, único partido que defiende la prisión permanente (sin la coletilla de revisable), por la seguridad de las víctimas y la paz de sus familiares.

A las amenazas como las recibidas hoy en Ceuta responderemos, sin darles el lujo, a nuestros enemigos parásitos de las arcas públicas, de conseguir amedrentarnos con sus injurias e ingenuos intentos de intimidación. Las asociaciones de chiringuitos que sobreviven a costa de los impuestos del contribuyente están viendo amenazado su estatus y de ahí́ los vanos intentos por tergiversar y confundir a la población con la más burda demagogia.

En Vox lo tenemos muy claro, todos somos iguales, así́ lo debe reflejar nuestra legislación y así lo pone de manifiesto mujeres que como Rocío Monasterio, presidenta de Vox Madrid, en el último vídeo publicado por Vox, le dicen alto y claro a las falsas feministas, “no hables en mi nombre”.

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