En conmemoración del centenario de la primera Jura de Bandera de la Legión.

Brillo y elegancia en la jura y renovación del compromiso con la defensa de España

A los españoles no vinculados profesionalmente con las FAS, se les permite que puedan manifestar su compromiso con la defensa de España, prestando el juramento o promesa.

Unas 250 personas, mujeres y hombres, asumen voluntariamente su derecho y su deber de defender a España, reafirmando y renovando su compromiso y, su ordenamiento constitucional, tal como previene el Artículo 30 de la Constitución.

Los civiles han participado en uno de los actos más solemnes que existen en cualquier nación. En él, con un beso a la bandera, se materializa un juramento o promesa de obediencia y fidelidad en el servicio a la patria, aún a costa de la propia vida.

El juramento o promesa ante la bandera española está legalmente establecido como requisito previo a la adquisición de la condición de militar profesional. A los españoles que no quieran vincularse a las Fuerzas Armadas con un carácter profesional, se les permite que puedan manifestar su compromiso con la defensa de España, prestando el juramento o promesa ante la bandera.

La Comandancia General de Ceuta celebró este sábado 7 de mayo, en el Patio de Armas de las Murallas Reales, un acto castrense dirigido para aquellas personas civiles españolas que, sin querer vincularse a las Fuerzas Armadas con un carácter profesional, han manifestado su compromiso con la defensa de España, prestando el juramento o promesa ante la bandera. En esta ocasión, se ha conmemorado el centenario de la primera Jura de Bandera de la Legión que tuvo lugar el 31 de octubre de 1920 en los llanos del Tarajal en Ceuta.

El acto organizado por el Tercio Duque de Alba, 2º de la Legión de la Comandancia General de Ceuta en colaboración con la Delegación de Defensa, fue presidido por por el general segundo jefe de la Comandancia, Fernando Rocha y Castilla, al que le acompañaron la vicepresidenta primera del Gobierno de Ceuta, María Isabel Deu y por los jefes de las unidades de la plaza y otras autoridades civiles y militares de la ciudad.

 

La fuerza acompañó y rindió honores a la enseña nacional (Bandera del 2º Tercio de la Legión). La línea estuvo al mando del coronel jefe del Tercio Duque de Alba, y la parada militar la conformaron: Escuadra de Gastadores, Mando y Plana Mayor, Unidad de Música del Batallón del Cuartel General, Banda de Cornetas y Tambores del 2º Tercio, Escuadra de Gastadores de la Bandera “Cristo de Lepanto” IV de la Legión, con su Plana Mayor de Mando y tres de compañías.

 

La secuencia del acto, abierto al público, ha comprendido la lectura de la Orden de Defensa, jura de bandera, la alocución del coronel jefe de la formación, el homenaje a los que dieron su vida por España, credo y Canción del legionario y, por último, el desfile de la fuerza.

 

Una vez finalizado el Juramento o Promesa del Personal Civil, el coronel del Tercio, se dirigió en una breve discurso a los jurandos significándoles el vínculo adquirido en este juramento con la patria.

El coronel Zacarías Hernández Calvo, en su alocución recordó la primera jura en 1920, en el llano del Tarajal, donde el Teniente Coronel Millan Astray les tomó el juramento.

La Legión tardó 3 años en hacerse merecedora de su Bandera y siete en que la reina Victoria Eugenia les hiciese entrega de la suya propia. La Reina Victoria Eugenia les dijo al entregar la Bandera a La Legión en 1927:

“La Bandera que recibís, lleva en cada puntada de sus bordados, las gotas de sangre heroica que los hombres a quienes se destina, ofrecieron como anticipo a la gloria con que llega a vuestras manos”.

Hernández, añadió al mensaje de la Reina Victoria Eugenia, el cual, hizo al confiarles la bandera:

“A los que desde hoy os incumbe la misión honrosa de guardarla, defenderla y glorificarla os digo, al entregárosla, que lo hago sin ningún temor ni desconfianza, que fían y garantizan vuestra conducta futura la tradición de un pasado breve, pero de gloria insuperable, y el espíritu que en vosotros vive”.

El jefe del Tercio se dirigió a los jurandos advirtiéndoles que:

“El juramento o promesa que habéis realizado es un compromiso individual, hecho libre, públicamente y sin reservas mentales”.

También les aclaró que:

“No estamos ante un gesto simbólico, un puro ritual, sino ante un acto dotado de un profundísimo sentido trascendente…, porque nuestra bandera simboliza la nación, es signo de la soberanía del pueblo español, de su independencia, unidad e integridad de la patria y representa los valores superiores expresados en nuestra Carta Magna”.

El coronel alabo a los jurandos asegurándoles que:

“Este acto supone uno de los ejemplos más claros de unión de los españoles. Pese a la gran diversidad presente, vuestro deseo ciudadano no distingue de clases sociales; religiones, o ideologías”.

Asimismo, les recordó y dejo claro que, hay otros españoles que han contribuido con su ejemplo e incluso con su vida a la defensa de España, que no es solo patrimonio de soldados: médicos, enfermeros, policías, y otros colectivos que nos han enseñado también el significado del compromiso con España y los españoles.

La Orden Ministerial que establece el procedimiento del compromiso con la defensa de España dice que:

“El carácter profesional de la totalidad de los componentes de nuestras Fuerzas Armadas no debe hacer olvidar la necesaria cohesión social que haga sentirse al militar íntimamente ligado al servicio de la sociedad a la que pertenece y a esta parte integrante del gran entramado que constituye la defensa nacional”.

Cruz Roja, a través de su Departamento de Socorros, Emergencias y Salud, y más concretamente de los Servicios de Transporte Sanitario desplazó varios técnicos en emergencias sanitarias y una ambulancia, -a petición de la Comandancia General de Ceuta- los cuales dieron asistencia ‘in situ’ las patologías que se les presentaron.