La Plataforma pide la reforma de la regulación de los delitos contra la libertad sexual

Foto de Sandra López

La Plataforma y añade que reivindican nuevamente la reforma de la regulación de los delitos contra la libertad sexual, como propone la “Asociación de mujeres juezas”.

 
 
  • La Plataforma Feminista de Ceuta se unió a las diversas concentraciones que se llevaron a cabo a nivel nacional en las principales ciudades de España este lunes contra la sentencia de “La Manada de Manresa”.

    Los antecedentes en que se basa esta protesta, es a la sentencia de la Audiencia de Barcelona que impuso el pasado jueves 31 de octubre, penas de entre 10 y 12 años a cinco de los seis jóvenes mayores de edad por la violación múltiple de una menor de 14 años en Manresa en el año 2016, y les condena por delito de abuso sexual y abuso sexual continuado, pese a que la Fiscalía al final del juicio les acusó por agresión sexual.

    La Plataforma ha reunido a unas treinta personas en la Plaza de los Reyes, bajo el lema, “No es abuso, es violación” o “Basta ya de justicia patriarcal”, la lluvia y el puente no hizo justicia a la convocatoria.

    Para la Plataforma, esta nueva condena por abuso y no por agresión sexual es consecuencia de cómo el código penal tipifica los delitos sexuales y “de una interpretación carente de perspectiva de género a nivel judicial”, matiza.

    “Queremos mostrar nuestra repulsa contra estas y otras sentencias patriarcales que desacreditan a las víctimas, vulneran los derechos de todas las mujeres y restan importancia a delitos atroces como la violación”, lamenta la Plataforma y añade que reivindican nuevamente la reforma de la regulación de los delitos contra la libertad sexual, como propone la “Asociación de mujeres juezas”.

    Foto de Sandra López


    Manifiesto sentencia de “La manada de Manresa”


    En el manifiesto de ha leído la Plataforma Feminista de Ceuta, hemos recogido unas frases en que dice que “puedes violar a alguien en grupo, y que además sale incluso gratis”.

    Lo que hace esta sentencia –dice el manifiesto- es ahondar en los estereotipos que “tradicionalmente reproduce el sistema judicial y envía un mensaje: les dice a las mujeres algo que es erróneo, que necesitan resistirse y sufrir una violencia física extrema para considerar que han sido agredidas sexualmente”.

    Para afirmar que no hay violencia ni intimidación, el fallo explica el tipo de violencia que debería haber habido: “la que causa lesiones graves o la que se da tras la resistencia activa de una mujer”. “No necesitan ser violentos porque estaba inconsciente”, aclaran. “Y la pena es menor, por tanto, porque no hay violencia”.

    El fallo dice que, “no hay delito por omisión de socorro”, para el que mira la escena al cual la sala lo absuelve porque “No podría haber hecho nada efectivo para evitar los delitos cometidos por una pluralidad de hombres y en un descampado alejado de zonas habitadas donde poder encontrar auxilio, fuera para detener los ataques a la víctima o, en caso de enfrentarse solo a los atacantes, evitar la posible reacción agresiva de estos contra él”.

    La Plataforma tiene claro que “su intención era evitar el delito, pero no pudo y por eso tomó la decisión de masturbarse mientras sus colegas violaban a una niña de 14 años”.

    La Plataforma en el manifiesto se pregunta, ¿es abuso sexual y no violación, porque ella no se resistió porque estaba inconsciente?

    Si el sistema protege al agresor y no a la víctima, -añade el manifiesto- si cuestiona al robado y no al ladrón…, tendremos que cambiar el sistema, el poder legislativo, el judicial, a los jueces y juezas, o acabar con él.

    La Plataforma dice: “No queremos más manadas impunes, ni que se minimicen hechos tan graves que generan miedo e inseguridad en las mujeres”.

    La Plataforma clama: “Vosotros, todos los que no hacéis nada por cambiarlo, estáis protegiendo a los agresores y no se piensa en la protección de las víctimas”.

    La Plataforma Feminista de Ceuta concluye su manifiesto pidiendo que se valore por igual la palabra de una mujer frente a la de un hombre.

    Foto de Sandra López