Sánchez responde que no protestará a Marruecos por el asedio a Ceuta, que ya evaluará la situación, y Hernández, habla de la bisoñez de Vox en relaciones internacionales

Pool Moncloa-Fernando Calvo I Pedro Sánchez y el ministro de Asuntos Exteriores de Marruecos, Nasser Bourita

Vox ve que el Gobierno está claudicando una vez más a las imposiciones de Marruecos y Hernández dice que, de sobras son conocidos los pronunciamientos públicos de la ultraderecha en Ceuta con respecto al país vecino y que también tiene que estar a la altura de una política de Estado.

Marruecos está ejerciendo sobre la frontera una asfixia, evitando el paso de mercancías, dificultando el tránsito de pasajeros y prohibiendo la entrada de pescado por el Tarajal, una estrategia de “asedio y asfixia” por parte del país vecino sobre las ciudades autónomas, y en paralelo está potenciando el puerto de Tánger o estableciendo zonas francas en el norte de Marruecos, por lo que, “vulnera las relaciones de buena vecindad”, advertía Merelo.

La senadora ceutí de Vox Merelo, interpelaba al Ejecutivo de Pedro Sánchez que dijera qué medidas tiene pensado aplicar para paliar los efectos negativos de esta asfixia en Ceuta y el Gobierno contesta ahora diciendo que está recabando información para evaluar la situación.

El Gobierno de Sánchez se justifica –a otra de las preguntas de la senadora-diciendo que está en contacto con las delegadas del Gobierno de ambas ciudades y otros departamentos ministeriales “para recabar toda la información de la actual situación, así como la normativa aplicable necesaria para hacer una evaluación de las consecuencias generadas y analizar de manera coordinada las correspondientes vías de actuación en el actual contexto”.

Para VOX Ceuta evidencia que, hasta ahora, no se ha hecho nada y que el Gobierno sigue dando largas a los problemas de la ciudad y las respuestas que recibe a las preguntas de Merelo son intenciones de futuro, como que “las relaciones bilaterales entre España y Marruecos se basan en el diálogo, el respeto y el entendimiento mutuo”. Por lo que Vox ve que el Gobierno está claudicando una vez más a las imposiciones de Marruecos.

“Este diálogo constante, y a todos los niveles, entre dos socios estratégicos sirve para resolver los posibles contenciosos existentes, sin tener que recurrir a otras medidas como la protesta, la retorsión o las contramedidas”, afirma el Ejecutivo de Sánchez, que añade: “Se confía en que en el marco de las excelentes relaciones que se mantienen con Marruecos, se logre acordar la mejor manera de abordar esta cuestión en beneficio de las Ciudades Autónomas de Ceuta, Melilla y del resto de España”. Sin embargo, el diálogo, de existir, hasta ahora no ha dado ningún resultado.

Hernández vuelve a reiterar lo que dice Sánchez, de que el Gobierno de España es totalmente consciente de las restricciones al tráfico de determinados productos impuestas unilateralmente por Marruecos.

Para Hernández, el Gobierno tiene como prioridad y objetivo el desarrollo y la prosperidad de Ceuta la importancia del comercio en el progreso económico y social de la ciudad.

También el socialista añade que, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación está en contacto la Delegación del Gobierno y otros departamentos ministeriales para recabar toda la información y hacer una evaluación.

El Gobierno, además, anuncia que está prevista una próxima reunión a nivel de los directores generales de Aduanas de España y Marruecos. Hernández continúa haciendo referencias a las palabras de Sánchez.

Para el portavoz del GPS en la Asamblea, es evidente que Vox está falto de experiencia y conocimiento sobre este asunto, que queda demostrado cuando hablan de las relaciones diplomáticas entre dos países, “su bisoñez en relaciones internacionales entre países evidencian un perfecto desconocimiento de lo que son las diplomáticas, sustentando el enfoque de las mismas en su senda de la crispación y la tensión entre países (…) De sobras son conocidos los pronunciamientos públicos de la ultraderecha en Ceuta con respecto al país vecino”, reseña.

“Bien les reportaría conocer más a fondo las buenas relaciones de dos países vecinos y amigos como Marruecos y España”, le zasca Hernández, que agrega que “no se entienden las formas que tiene Vox de ver las relaciones entre países”. Sus modos y maneras “se asemejan más a las de un elefante cuando entra en una cacharrería que la de estar a la altura de una política de Estado”.