Del sueño a la pesadilla

Wuppertal (Alemania). Serial: “Un español en Alemania” cap. nº 170

Más representativa, y cruda, sería hoy una historia que se titula “El emigrante español en Alemania”. Aquella tierra germana que atraía a hombres y mujeres de España de buena voluntad, como reza su Constitución, y lo hacía con promesas que se convertían en realidad, es hoy un país que expulsa. Y si aquellos inmigrantes españoles Gästearbeiten (trabajadores invitados) llegaban en pos de un sueño, los emigrantes actuales tratan de alejarse de una pesadilla diaria, en la que se ven privados de esperanzas y de porvenir.

Diez años después, con una pobreza que devasta en Alemania al 20% de los 83 millones de habitantes en el país germano que estamos hoy, con una inflación del 100% anual que luce desbocada e indomable, con pequeñas y medianas empresas que cierran porque los proyectos y emprendimientos que aquellos inmigrantes en Alemania hacían florecer son ahora obstaculizados hasta el desaliento, con una carencia absoluta de mentes como aquellas que soñaron, proyectaron y materializaron el país de mediados del siglo veinte, ya no es el testimonio de una realidad social presente, sino el residuo de un sueño lejano.


Mi hijo emigrante


Mi hijo emigrante será el camino de mi hijo Leandro Mateos Hernández que adentra en el viaje migratorio, el ansiado, el inesperado o el impuesto. Es una historia sobre el desarraigo y la distancia. Una propuesta que habla de muchos emigrantes españoles en Alemania y sus diversos caminos, los de una familia, los que pudieron ser de cualquier familia española en Alemania, en este caso la familia Mateos Hernández, marcada por el dolor de la nostalgia, la obra que protagoniza muestra que tan difícil es quedarse como marcharse, regresar como buscar otros rumbos. Es la historia de todo un país que está en su tierra y en cualquier persona que la extraña desde lejos.

La obra ahonda en los lazos de una familia originaria de Zamora (España) en sus devenires migrantes: desde el tío que se marcha a Buenos Aires finalizando el siglo XIX a la joven que acude a trabajar a Madrid en los años veinte, los hermanos que deben labrarse un futuro entre Francia, Alemania o Cataluña en los años sesenta o Leandro Mateos Hernández, joven que emigra a Alemania ya en el siglo XXI en 2013, entre la pluralidad de voces que pueblan la escena. El sentimiento por la tierra se vive tanto dentro como fuera, en una obra cargada de fantasmas del pasado, encuentros generacionales imposibles y lazos familiares tan profundos como dolorosos, de añoranza y extrañeza. Se recupera parte de la historia de todo el país español, desde la copla y personajes populares que inspira la visión de Juanito Valderrama en el texto “El emigrante”, a las historias más personales que pintan otros pasajes. Porque el "Vente pa´ Alemania, Pepe" es una frase popular que recorre muchos de nuestros árboles genealógicos.

Las vidas de los personajes del serial "Un español en Alemania" será camino de emigrantes que nos ayudan a descubrirnos y reconocernos en el otro. Conocernos para sensibilizarnos y recordar nuestra historia con el fin de empatizar con la de otros caminos migrantes, recorrer los cuerpos de unos personajes que son trasunto de nuestra historia y descubrir, en definitiva, que más allá de nuestra tierra sigue existiendo un hermanamiento y una nostalgia.

Leandro Mateos Hernández, joven español obligado a emigrar, expatriado en pleno siglo XXl, el paro la precariedad laboral la falta de oportunidades en España.

Se pregunta, ¿quién va a saber más sobre la emigración? Quien la vive día a día, quién sufre discriminación, racismo, xenofobia, nostalgia, precariedad, inmigrar es para personas fuertes, emigrar es tener agallas, inmigrar es sufrir en tus propias Carnes el dolor, emigrar es tener el espíritu de superación.

Suerte no es emigrar. Suerte es la lotería. Suerte es tener salud. El resto es tener huevos. El resto es ver venir la crisis y ver tu futuro truncado y querer algo mejor. Es armar el Plan, ejecutarlo, pensarlo, ahorrar, buscarte la vida.

Es llegar al país elegido, a tu nueva patria y darte cuenta que no te conoce nadie y que a nadie le importa quien carajos eras, sino quién eres. A ver, ¡demuéstralo!

Es insultante decirle a alguien que le fue bien porque tuvo «suerte». La suerte se hace. Uno se busca la vida. Uno trabaja de cualquier cosa y va progresando que es lo que normalmente pasa en un país extranjero.

Después de muchos años uno levanta cabeza, arranca en serio. Cumple sus sueños a fuerza de poner el lomo y la cabeza. De saber integrarse mejor, de hacer amigos, de poder aprender el idioma y la cultura. De capacitarse, de estudiar, de homologar títulos, de seguir capacitándose, de sacrificarse… ¿Suerte?

Marcharse es siempre romperse en pedazos que se van esparciendo en la distancia.

"Un español en Alemania" ha sido calificado como una de las mejores producciones de la trayectoria de emigrantes españoles en Alemania jamás escritas en España.

Con un género decididamente híbrido entre drama y la cruda realidad de la emigración española en Alemania, la puesta en escena de "Un español en Alemania se mueve a caballo entre la tradición y la innovación, el dolor de los emigrantes en todo el mundo. La obra se adentra en el viaje migratorio: el ansiado, el inesperado o el impuesto. La obra ahonda en los lazos de una familia originaria de Zamora (España), que bien pudiera ser de cualquier ciudad periférica española en sus devenires migrantes. Recordar nuestra historia nos ayuda a empatizar con otros caminos migrantes.

Marcharse es siempre romperse en pedazos que se van esparciendo en la distancia. 

Desde Alemania la familia Mateos Hernández da las gracias a este medio de comunicación por su solidaridad con los emigrantes españoles en Alemania Gracias a vosotros hoy ponernos voz y rostro a la emigración.