¡Hasta siempre profesor! ¡Maestro!

Julio Anguita

Podríamos comenzar indicando que, con apenas 36 años, se convertía en el primer alcalde comunista desde la República en 1977. Que consiguió los mayores logros políticos para IU. Que demostró quiénes estaban con la gente y quiénes con el neoliberalismo cuando sus escaños daban para el que hubiera sido el primer gobierno de unidad de las izquierdas de la democracia española.

O definiéndolo como un hombre coherente y honesto, tanto con sus valores como con la sociedad. Como un luchador antifascista, antifranquista. Como catalizador de corrientes sociales y políticas progresistas. Como líder de la izquierda y alcalde de Córdoba del 79 al 86. Definirlo con respecto a sus cargos en IU y el PCE. O respecto a su influencia directa sobre Podemos. Como la sabiduría de la conciencia aplicada al beneficio de la comunidad desde el sentimiento, la solidaridad y la empatía, que jamás dejó impasible a nadie. En nuestro caso desde la admiración, el respeto y la escucha activa.

Los actos nos definen, en especial a quienes tienen un discurso limpio, verdadero y humano. Renunció a su pensión vitalicia como ex-parlamentario porque “con la pensión como maestro ya se puede vivir suficientemente”.

Pero preferimos que sea el propio Julio Anguita quien se exprese.

Hubo un hombre llamado Galileo Galilei dedicado al estudio, a horas encerrado, viendo astros, sacando las conclusiones de su observación, que descubrió que la tierra no estaba en el centro del universo, que se movía, y por tanto era el Sol el que ocupaba el centro y en torno a él los planetas y entre ellos la Tierra, giraban. Aquel descubrimiento se enfrentó a la verdad institucionalizada”. Lo mismo le ocurrió a Anguita. Dijo las verdades sociales en una época de verdad institucionaliza que le impidió formar parte del gobierno por la acción manipuladora de élites e intereses ocultos alejados del bien común. “La hora de las verdades terminó. Vivimos en el momento de la mentira universal. Nunca se mintió tanto. Vivimos una mentira todos los días”. José Saramago

La resignación es un producto que, como cualquier droga, duerme a la gente. Duerme su conciencia. …… La resignación es hija de ese discurso totalizador, cual si fuese una nueva religión: no hay más verdad que la competitividad. No hay más santos ni más poderes que los mercados. La economía tiene que crecer constantemente: no importa que se contaminen las aguas, que se contaminen los ríos, los mares, o los aires”. Jamás participó de esa resignación y animó a todas las personas a luchar contra ella. “¡Indignaos!” con quien os venda resignación. “Es hora de aullar, porque si nos dejamos llevar por los poderes que nos gobiernan, y no hacemos nada por contrarrestarlos, se puede decir que nos merecemos lo que tenemos”. José Saramago.

Pero hablar de libertad es algo muy grande. Porque libertad es asumir que se tiene la conciencia libre; que no es lo mismo que libertad de conciencia. La conciencia libre significa que yo puedo decidir si tengo todos los elementos para formular mi decisión”. A principios de mayo, en un vídeo, nos pedía que leyéramos un manifiesto impulsado por el Colectivo Prometeo, en el que invitaba a analizar una salida política, ecológica y económica a la pandemia del coronavirus. “Este es el hoy de España. De cómo lo abordemos dependerá el mañana. Y en el mañana van a vivir nuestros hijos, nuestros nietos y las generaciones venideras de españoles y españolas. Es una cuestión de responsabilidad colectiva: optar entre un futuro para la inmensa mayoría o un desastre”. “Si quieres tener cosecha un día, arremángate y siembra ahora”. José Saramago.

En un mundo globalizado en el que la involución social ha sido la norma y la ciudadanía es rehén y esclava de la economía, Julio Anguita ha sido, es, luz imperecedera y eco eterno que pervive y seguirá expandiéndose, como el universo, en la conciencia colectiva. “Las personas nacen todos los días, sólo de ellas depende seguir viviendo el día de ayer o empezar de raíz y desde la cuna el día nuevo, hoy…”  José Saramago

Se cierra una página de la historia de España y nace la leyenda. Saramago lo definió perfectamente en una entrevista hace años, “España necesita la conciencia ética de Anguita”.

D.E.P Julio Anguita González