“COVID-19 o ¿quién vencerá?”

COVID-19 ¿enfermedad o hay tantos intereses detrás como gotas en el mar? IV

 
 
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“Por su fortaleza arrebata la gloria de toda otra fortaleza y poder. Porque es capaz de penetrar y dominar todo lo sutil y todo lo crudo y duro.” De la Tabla de Esmeralda” texto breve atribuido Hermes Trismegisto.

La frase relaciona la fortaleza como instrumento para conseguir la gloria, es decir, un gran honor derivado de las buenas acciones y grandes cualidades de una persona. Indicando que la capacidad de adaptación ante las dificultades es la característica principal de la fortaleza, de la supervivencia, de las personas de honor destinadas a conseguir la gloria.

¿Podemos afirmar contundentemente que el calor al igual que acaba con el virus de la gripe acabará con el COVID-19?

No contundente sino honestamente debemos decir que es demasiado pronto para saber si el Covid-19 será estacional como la gripe. Pensar que la llegada de la primavera o el aumento de las temperaturas contendrá al virus carece de fundamento científico.  Que sobreviva a la fiebre demuestra que el calor por sí solo no es suficiente para inactivarlo. La fiebre es una parte importante de las defensas del cuerpo contra las infecciones. Recordemos que en la primavera del 2009 surgió, como ocurre ahora, un nuevo virus frente al que nadie estaba inmunizado. La gripe A, y continuó propagándose durante el verano. El coronavirus del MERS de 2012, que causa neumonías, no tiene estacionalidad. La epidemia de SARS de 2003 comenzó en noviembre y duró hasta julio.

Si bien es cierto que la capa lipídica externa de los coronavirus no tolera bien el calor siendo muy sensible a las altas temperaturas; y que la baja humedad ambiental tampoco les favorece y que además la radiación solar disminuye su supervivencia en superficies, no es menos cierto que no podemos decir que el SARS-CoV-2 vaya a desaparecer con la llegada del calor. Posiblemente los cambios de hábitos sociales durante la temporada estival tengan bastante que ver ante una posible disminución o desaparición de la propagación al pasar más tiempo al aire libre alejados de lugares cerrados. Aunque esto tampoco podemos afirmarlo contundentemente.

¿Cuántas personas han muerto en lo que va de año por la gripe? Es decir, ¿están sustituyendo estadísticamente los fallecidos por COVID-19 a los de la gripe o son dos estadísticas complementarias que terminarán dando una cifra de muertos desorbitada en unos meses?

Concretemos, el año pasado la gripe común causó más muertes en España que este nuevo virus en todo el planeta a día de hoy. La última campaña de gripe en España causó 525.300 casos y 6.300 muertes. Debemos señalar que al COVID-19 aún le resta, desgraciadamente, una larga estancia entre nosotros.

El número reproductivo de la gripe común es 1,3, eso significa que cada enfermo infecta a 1,3 personas de promedio. Con este número medimos el potencial de la epidemia. Si es superior a uno, la enfermedad tiende a extenderse. Eso ocurrió en 2009 con la pandemia de gripe H1N1, gripe A, cuyo número reproductivo fue 1,5. No pudo ser contenida. Ahora ese virus es uno de los cuatro que causan la gripe común. Dato significativo para ser optimistas o pesimistas según veamos la botella medio llena o medio vacía. Hasta ahora los análisis sobre el coronavirus indican que el número reproductivo es 2/3. ¡Está claro lo que esto nos dice y augura!

La gripe y la COVID-19 tienen en común que afecta sobre todo a personas con problemas de salud previos. Mas la primera presenta una mortalidad situada en torno al 0,1%, mientras que la segunda es, de momento, 10 veces superior.

No solo la edad o el estado de salud determinan el desarrollo de la enfermedad, también el sexo. El 2,8 % frente al 1,7 % de tasa de mortalidad masculina vs femenina. La explicación es genética. Las mujeres poseen dos cromosomas X, los hombres uno. Codificándose en dicho cromosoma genes inmunológicamente relevantes como, por ejemplo, los responsables de reconocer al patógeno.

La conclusión es que son dos estadísticas, en cierta forma complementarias, que esperemos no terminen dando una cifra de fallecidos relevante.

¿Existe o existirá relación entre el COVID-19 y una posible futura recesión o se fabricará esta relación?

Los indicadores económicos muestran una absoluta fragilidad de la Economía. Escrito en mayúsculas para recalcar su enorme importancia en la sociedad. Habiéndose, o habiéndola, convertido en el alfa y omega de nuestra existencia. Todo es Economía, o al menos eso nos hacen creer, no hay nada más. Cualquier tema que pueda surgir tiene inmediatamente una connotación económica.  ¿Cómo la economía ha llegado a dominar nuestras vidas? No nos engañemos, casi siempre ha sido así, pero ahora tenemos más información. A esta pregunta responderemos en el último artículo de esta serie sobre la crisis del COVID-19.

Escuchamos o leemos si la deuda corporativa ronda el 73% del PIB, más elevada que nunca; que existe una desaceleración de la producción industrial; que los márgenes de beneficios de las empresas están disminuyendo por lo que disminuirá su inversión, no se contratarán nuevos trabajadores, incluso se despedirán y bajarán los salarios; que la Bolsa se desploma……etc

Vivimos en una época de capitalismo esclavista, en el que las tres mercancías ficticias de Polanyi se han concentrado y ahora solo existe la inseguridad económica estructural pandemizada. Ni tan siquiera es capitalismo rentista, es peor.

Recesión podrá existir, de hecho, existirá, quienes dirigen todo esto no solo la posibilitarán, sino que la potenciarán. El resultado: continuar con el desmantelamiento del mal llamado sistema de bienestar social y seguir propagando el virus de la desigualdad. Infinitamente más peligroso y letal que el SARS-CoV-2. ¡Despertad siervos de la gleba deseosos de libertad manipulados hasta la saciedad! ¡Somos esclavos dirigidos y programados! Con espectaculares excepciones.

La crisis financiera de hace una década nos enseñó que imponer la austeridad no es solución.

En la novela “Metrópolis”, de Thea von Harbou los poderosos tienen una plácida existencia en su ciudad del orden. El resto de la población trabaja para ellos en la ciudad subterránea. La injusticia social es el orden establecido. La joven María se revela contra esta jerarquía trayendo esperanza. Recalca su autora: «Este libro no es de hoy ni del futuro. No habla de un lugar. No sirve a ninguna causa, partido o clase. Tiene una moraleja que se desprende de una verdad fundamental: “Entre el cerebro y el músculo debe mediar el corazón”».

Continuará….  

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