Tras conseguir tranquilizarla, la mujer les indicó que tenía un fuerte dolor en el pecho y que, debido a sus problemas económicos, llevaba unos días muy nerviosa.
El joven agarró del cuello mandando callar a la mujer, esta tuvo la habilidad de escaparse, pero el asaltante corrió detrás de la víctima logrando darle alcance y arrebatarle el teléfono móvil
La sentencia, que no es firme y puede ser apelada ante la Sala Civil y Penal del TSJA, condena además a los dos a pagar, 100.000 euros a la madre y 40.000 euros al hermano de la víctima.